domingo, 18 de marzo de 2012

Mi segunda Media Maratón de León

A.O.B.
--------------------------------

Como antecedentes, decir que ésta era, además de mi segunda media maratón de León, la cuarta carrera de este calado para mí, tras la anterior de León, la media maratón de Zamora y la Behobia-San Sebastián.
Con algo más de experiencia en preparar este tipo de carreras, estaba llevando a cabo una buena preparación, desde mediados de enero, pero hace 2 semanas caí enfermo, con gripe y una ligera bronquitis, que me han tenido parado en estas semanas cruciales para coger ritmo de competición. De los últimos 15 días, tan sólo he corrido 2, unas tiradas de apenas 40 minutos. Así que afrontaba esta carrera con el único objetivo de acabarla (qué menos), y disfrutar corriendo por las calles de mi ciudad de acogida de estos últimos 5 años (y va para 6). Tras dos semanas muy calurosas, este fin de semana han bajado las temperaturas, cosa que se agradecerá a la hora de ponerse a correr.

Desayuno viendo la carrera de F-1, un poco de motivación con el amigo Alonso. Últimos preparativos, cojo la bici, y para la salida. Ésta vez sin mi compañero de fatigas BMG, que está en Valencia (sí, en Fallas).

Llegada al Estadio Hispánico, lugar de salida. Hace frío, y bastante viento. Carreritas para calentar, estiramientos, "pis del miedo", y a la salida. Había distintos colores de dorsal, por la marca acreditada, aunque a  la hora de la verdad, cada uno me parece que se colocó donde quiso.

Salida. El primer km con un atasco impresionante, hasta 2 veces me toca parar en seco. Vamos a trote cochinero, con las clásicas bromas de "ya no queda nada". En el km 2 llevaba 11 minutos, lentísimo. Lo sé porque un hombre que corre a mi lado lo canta, yo con mi manía de no mirar el reloj me iba enterando así de las referencias.

Aumentando el ritmo progresivamente, me meto en un grupito que lleva un ritmo que me favorece, de unos 4'45''/km. Muy buenas sensaciones, y en el km 7 pasamos al globo de 1h45'.

Afrontamos la curva que nos mete en la calle Ancha, con un puesto de música para motivar, está abarrotado, vello de punta. Y enfilamos la catedral, el punto más bonito, donde se sitúa el km 10. Aquí si echo un ojo al crono, 48 min. Lo que me podía esperar, aunque siento rabia de mis 2 semanas de parón. Si no hubiese estado malo, con las sensaciones que llevaba, estaba para mejorar mi mejor tiempo, seguro.

Vuelvo a incrementar el ritmo, un poco "picado" por esta rabia de saber que estaba haciendo una buena preparación truncada por una inoportuna enfermedad. Desde el km 13, situado justo en la puerta de mi casa, me siento más cómodo todavía, pues es mi zona de entrenamiento habitual: La Granja, Candamia, Lastra...

Los 3 últimos km se me hacen duros, las piernas no están bien. Pero ya sé que estos últimos km se corren más con el corazón (por no decir otra cosa que empieza por "co"...) que con las piernas. Y aunque veo que voy muy atrancado, adelanto corredores y corredores, así que tan mal no voy. El último km, con muchísima gente animando, que te llaman por tu nombre, se me pasó muy rápido. La entrada al Hispánico espectacular.


Mi crono marca 1h 40 min, un minuto más me da el tiempo oficial. Objetivo cumplido, con el mal sabor de boca de no haber podido llegar al 100%, pero con la satisfacción de haberme dado el gustazo de disfrutar de las calles de León con otras 2000 personas a las que también les pica el gusanillo del running.

¡Correr no es de cobardes!